¿Cuánto se paga por mala praxis? Indemnizaciones y baremos
¿Cuánto se paga por mala praxis? Indemnizaciones y baremos
Como profesional médico, tu objetivo no es convertirte en jurista, sino tratar de hacer el mejor trabajo posible. Por eso, cuando te enfrentas a una demanda, es inevitable sentir que las dudas te embargan. Además, es muy habitual preguntarse cuánto se paga por mala praxis profesional y qué consecuencias puede tener.
En España, la cuantía de una indemnización por mala praxis médica se determina aplicando metodologías de valoración del daño personal aceptadas por tribunales y aseguradoras. Existen tablas y guías divulgativas que permiten hacerse una idea del cálculo y que, sin ser una ley específica para sanidad, sirven de referencia en reclamaciones.
Reclamación de indemnización por mala praxis médica
La pregunta que más inquieta desde el lado clínico es cómo se llega a una cifra indemnizatoria y qué hacer para reducir la incertidumbre. Cuando un reclamante busca una indemnización por mala praxis médica, la discusión gira en torno a tres ejes: estándar de cuidado exigible, desviación acreditada y nexo causal. Sobre esta base se construye el cálculo, y la historia clínica, la información y el consentimiento, así como las notas sobre la evolución y las comunicaciones con el paciente pueden ser determinantes.
Para el profesional, conviene saber qué busca la otra parte. El cálculo suele desglosar perjuicio temporal, secuelas, daños morales y daños patrimoniales, y se apoya en una pericial médica y, si procede, psicológica.
Las tablas orientativas permiten a los reclamantes y a sus abogados calibrar sus expectativas antes incluso de iniciar un proceso. Dominar su lógica ayuda a anticipar la conversación con tu aseguradora, preparar de forma proactiva la documentación y evitar errores habituales de comunicación que terminan presentados como daños morales o pérdida de calidad de vida.
No puedes controlar cuántas reclamaciones llegan, pero sí puedes controlar tu exposición jurídica. Una comunicación honesta y personalizada sobre riesgos y alternativas, la trazabilidad del consentimiento y la actualización de protocolos reducen el vector de conflicto más frecuente: la percepción de falta de información.
Las partidas por daño moral no se inventan, se parametrizan con criterios que las tablas explican y que los peritos aplican cuando el expediente tiene contradicciones. Por eso, más que temer cuánto puede costar una demanda por negligencia médica, conviene trabajar hacia historias clínicas pedagógicas, consentimientos comprensibles y registros que revelen prudencia clínica y cierre de bucles de seguridad.
Baremo de indemnizaciones por mala praxis médica
Aunque el ordenamiento español no posee un baremo sanitario exclusivo con rango de ley diferente al de otros ámbitos, en la práctica se emplea una baremación de daños personales para cuantificar lesiones temporales, secuelas, daños morales y perjuicios patrimoniales.
La doctrina y la práctica forense llevan años usando como referente técnico los sistemas de valoración de daños personales desarrollados para accidentes de circulación, que se han trasladado a otros sectores por su capacidad de unificar criterios de cuantificación. El resultado es mayor previsibilidad en la discusión pericial y en la negociación con aseguradoras sanitarias.
Para el profesional implicado, esto significa que los conceptos clave del baremo afectan de forma indirecta: días de curación y limitación funcional impactan el perjuicio personal básico; las secuelas permanentes se puntúan en función de su gravedad y su efecto en la autonomía; y los daños morales se parametrizan en escalas que buscan evitar la arbitrariedad. La proyección futura —como necesidad de prótesis, rehabilitación continuada, adecuaciones del entorno o apoyo de cuidadores— entra como daño patrimonial, que se calcula con base en planes terapéuticos y presupuestos contrastables. Este enfoque permite que el cálculo sea auditable y, por tanto, negociable.
El baremo de indemnización por delito de lesiones aparece a menudo en artículos divulgativos y periciales como pauta orientativa cuando se valora daño corporal en contextos no regulados por tablas propias
Su importancia es estratégica. Si tus registros clínicos muestran un estándar de cuidado, información adecuada y una respuesta diligente a eventos adversos, el margen de discusión se estrecha y la baremación penaliza menos por incertidumbre. La transparencia clínica documentada es, en la práctica, una herramienta de contención económica.
Tabla de indemnizaciones por mala praxis
Las tablas públicas, que se pueden consultar en el BOE, ayudan a visualizar la arquitectura del cálculo: perjuicios temporales, secuelas, daños morales y partidas patrimoniales. En la práctica, una tabla de indemnizaciones por mala praxis cruzará esas variables con la edad, la intensidad del impacto en la vida diaria y los costes de tratamiento y soporte demostrables, para producir una horquilla razonada.
Este tipo de recursos permite simular escenarios y entender cuánto pesa cada concepto, algo muy útil para entrenar una conversación franca con el paciente cuando ha habido un resultado adverso y para preparar, si llega el caso, una estrategia de resolución ágil y profesional.
Desde el lado sanitario, hay tres escenarios que conviene tener presentes porque concentran gran parte de los litigios. El primero es el cálculo de la indemnización por intervención quirúrgica cuando el resultado no coincide con lo esperado y el consentimiento informado presenta déficits de información específica sobre riesgos frecuentes o relevantes.
El segundo es la indemnización por negligencia dental, un terreno donde las secuelas funcionales y estéticas y los costes de rehabilitación protésica a largo plazo pueden multiplicar el componente patrimonial, ya que la reposición y el mantenimiento se proyectan en el tiempo.
El tercero es la indemnización por muerte negligencia médica, en el que además de los daños del paciente entran perjuicios morales por fallecimiento para familiares conforme a su relación y convivencia. Las tablas orientativas que circulan en la práctica pericial y divulgativa explican la capitalización de esas partidas.
Un punto sensible es la tabla de indemnizaciones por daños morales. Para evitar la arbitrariedad, los peritos trabajan con escalas que valoran la pérdida de autonomía, la imposibilidad de retomar actividades significativas, la afectación estética y el sufrimiento psíquico, y la conectan con evidencias clínicas y psicosociales.
Responsabilidad Civil Profesional Sanitaria
Todo lo anterior incide en un punto práctico: tu póliza de responsabilidad civil profesional sanitaria. En España, la mayor parte de reclamaciones se gestionan mediante aseguradoras que trabajan con peritos especializados y criterios de baremación. En Berkley España ofrecemos soluciones de RC Sanitaria específicas para médicos y profesionales sanitarios, con coberturas adaptadas a especialidad y entorno asistencial.
En un entorno de creciente sensibilidad jurídica y social, la combinación de prevención clínica, cultura de transparencia e instrumentos aseguradores adecuados es la estrategia más eficaz para sostener una práctica segura y estable.
